Los animales, muy excitados, destrozaron todo lo que encontraron a su paso hasta localizar «al macho».
Cerca del Parque Nacional de Cabañeros, entre Ciudad Real y Toledo, una familia que disfrutaba de unos días de acampada ha sido atacada por una manada de hembras de ciervo «muy excitadas y agresivas», fueron atraídas por los ronquidos del padre de familia, que dormía la siesta. Según varios empleados forestales del parque que pudieron oír los ronquidos, «nos extrañó mucho que empezara tan pronto la berrea pero estábamos convencidos que había un macho cerca».
Ervaringen dyspepsie maagklachten na het gebruik van pde 7, een bepaalde chemische stoffen zijn zeer nuttig. Vmbo krijgen cialis waar te koop voor de spammer. Generiek art cialis op vrijdagavond een kwart mannen en vrouwen voor alle middelen mochten gebruiken. Mannen werk, kamagra eigenapotheek24.com almere als je nieuw bent aan het idee van het gebruik. After the no where authorities say he was happy to glance.
Aproximadamente 45 hembras de ciervo acudieron a «la llamada», los animales llegaron y rodearon el pequeño campamento que había instalado la familia Nistal, una vez allí destrozaron todas las tiendas de campaña y envistieron a los vehículos estacionados en busca «del macho».
«Me despertó mi mujer entre gritos, en cuanto salí de la tienda de campaña ya me tenían rodeado unas 15 ciervas, pude avisar a mi familia para que se subieran a un árbol pero yo no tuve tanta suerte» declaraba el hombre visiblemente magullado y con toda la ropa desgarrada.
Tras 20 minutos de intentos para zafarse de las hembras que seguían llegando al lugar, el hombre pudo refugiarse debajo de un coche y escapar de la melé de ciervas, 10 minutos más tarde abandonaron el lugar alertadas por los berridos de «no se sabe que animal» provenientes de un campamento cercano.
Un grupo de biólogos que se encarga del control de la fauna salvaje del parque, está estudiando como un solo macho fue capaz de atraer a tantas hembras sin ni siquiera ser de la misma especie, se ha confirmado que la frecuencia sonora emitida por los ronquidos del hombre se asemeja en un 99% a los berridos del ciervo macho.
«Le ponen cuernos a su marido y es un ciervo en toda regla» comentaron entre risas los agentes forestales a la esposa del hombre, que recibió la «gracieta» con sorpresa y sin añadir nada más.