Se acentúa la recuperación del sector de los gilipollas.
La recuperación de gilipollas ya es evidente, se han conseguido alcanzar los niveles de gilipollas que existían antes de la crisis. La grave crisis económica que sufrió España hizo reducir la población de gilipollas por metro cuadrado a niveles preocupantes.
«Yo estuve dos años sin poder llamar gilipollas a nadie, lo máximo a lo que podía aspirar era a encontrarme algún tonto», comenta Federico, natural de Barcelona.
La cifra de gilipollas se sitúa en el 0,375G por metro cuadrado, prácticamente el mismo numero que antes de la crisis. Según los expertos, las dificultades de la población para acceder a un puesto de trabajo durante la crisis económica hizo reducir la población de gilipollas por metro cuadrado drásticamente. Ahora el mercado vuelve a la normalidad y se pueden ver cada día más.
«Yo tenía dos gilipollas en plantilla, fue despedir a un tonto y los gilipollas dejaron de hacer el gilipollas, fue un gran cambio», apunta Joaquín, un empresario madrileño que asegura que «empezando por mí, he hecho mucho por la recuperación de gilipollas».
Gracias a la llegada de gilipollas de fuera de España y a la grandísima población existente en España que, por intereses personales dejaron la gilipollez de lado momentáneamente, se ha conseguido un recuperación impensable hace unos meses.
«El gilipollas nace y se tira la mayor parte de su vida demostrando su gilipollez, aunque de vez en cuando migren a otras zonas, siempre acaban volviendo al lugar donde se sienten más gilipollas», apunta Pedro Manturi, investigador y experto en gilipollas por la Universidad de Castellón.
Se prevé que los gilipollas sigan en alza a lo largo del año pudiendo llegar a alcanzar la cifra récord de 0,50 gilipollas por metro cuadrado. El gobierno estudia conceder rebajas fiscales a los empresarios que contraten gilipollas aún sabiendo los perjuicios que ello conlleva.
