“Lo bien que va todo y lo felices que somos todos” son la causa de este aumento en el consumo del agua de los floreros.
El consumo de agua de los floreros ha crecido un 60% en los últimos cinco años, así lo confirman los hosteleros. “Se bebe mucha agua de los floreros, no se si lo hacen para rebajar o por el sabor…Pero les encanta a última hora”, afirma Alberto, propietario de un restaurante en Valencia. La Federación Española de Hostelería calcula que para poder hacer frente a la demanda de floreros las empresas invertirán cerca de 10 millones de euros en equipamiento. “Hay que pensar que algunos gilipollas también se comen las flores de los floreros… Les da hambre y no se lo piensan los tontos”, denuncia Javier, un hostelero molesto con según que gilipollas que tiene que servir.
“Yo pienso beberme hasta el agua del florero de la mesa de al lado si pasa lo del año pasado… ¡Que se termino la bebida, coño!”, comenta Manolo, un joven que la va a pillar gorda.
“Yo he tenido que contratar cinco personas más solo para rellenar los floreros a buen ritmo”. Los hosteleros piden una regulación especial para el tema del agua de florero. Se quejan de que los beneficios son escasos. “A veces los clientes no entienden que en la barra libre no está incluida el agua de los floreros y hay malentendidos”, denuncia un empresario mallorquín.
“Nosotros llevamos ya dos años poniendo los floreros con tres cubitos y pajita. La gente lo pedía”, confirma Fernando Ferrá, hostelero catalán con más de tres restaurantes en Catalunya.
“¿Veremos pronto como el agua de los floreros se convierte en un producto de lujo?”, reza una campaña publicitaria atribuida por ciertos sectores a una empresa interesada en comercializar agua de florero de una calidad superior.
