“Pero una patada bien dada” concretan los expertos.
La vuelta al trabajo después de tener vacaciones sienta mal, concretamente, “como una patada en los cojones”, según recoge un estudio realizado en 15 países y en el que han participado más de 15.000 personas. Los datos de la Universidad de Murcia señalan que más del 60% de las personas que vuelven al trabajo después de disfrutar de unas vacaciones sienten que “la vida es una mierda”, la mitad de esas personas manifiestan que “es un putadón de los grandes”.
“No se lo deseo ni a mi peor enemigo”, manifiesta Anna, una joven alemana que actualmente está en tratamiento psicológico tras estar 3 meses de vacaciones y volver a trabajar.
Los encargados del estudio aseguran que se han comprobado los daños a nivel neuronal en las personas que vuelven al trabajo tras unas vacaciones y son comparables a enfermedades degenerativas graves. Los informes revelan que la vuelta al trabajo también afecta gravemente al ámbito familiar y es responsable de más del 44% de divorcios. Durante el primer mes de trabajo un 60% asegura refugiarse en el porno y el alcohol, el resto tira de drogas duras para combatir los constantes pensamientos suicidas y superar “el bache vital” que supone volver “al puto trabajo”.